Cuando hice esta foto, tan sólo buscaba palabras, buscaba escuchar mi ciudad, y ahora al ponerle nombre a la foto me viene a la cabeza un recuerdo de Miami, cuando mi padre desesperado no paraba de gritar A-par-ca-mien-to a un pobre chaval que le miraba con los ojos casi desorbitados y sin entender ni palabra de español, mientras mi hermana y yo, a una distancia prudencial, no podíamos contener la risa…., mi padre nos ‘odia’ por eso, pero aún hoy me sigue haciendo mucha gracia, a la par que me sigue alucinando el comportamiento de nuestro cerebro…
Un beso y ¡¡Feliz jueves!!
jeje, cosas de los idiomas…