Gracias a Laura, de No me toques las helvéticas, descubrí a Hal Lasko. Una persona fascinante para el que jubilarse supuso una continuidad de su carrera. Ryan, su nieto, y un amigo le dieron una herramienta nueva: un ordenador con Microsoft Paint. Así, con paciencia y dedicación, Hal realizó fascinantes obras pixel a pixel.
El pasado julio Hal hubiera cumplido 99 años, sin embargo su inspiración sigue contagiando, gracias a la labor de Ryan.
Dale al play y déjate contagiar 🙂
[vimeo 70748579 w=500 h=281]
Muy inspirador, nunca es tarde para aprender. 🙂
Me encanta la vitalidad y como dices el mensaje que transmite 🙂
Gracias por comentar!!
¡Qué admirable! ¡Y la paciencia que se necesita para hacer todas las obras!
lualibet: gracias por comentar. Lo de Lazko, como dices, toda una lección de paciencia.