manos y caricias

     Ayer volví al lugar donde contemplando esas manos, sentí la necesidad  de conocer más a su autor, una persona que me maravillaba, busqué en todos los libros que encontré en la biblioteca de la universidad, la mayoría hablaban asépticamente de él y, casi exclusivamente de su obra como escultor, todos excepto uno que me acercó a la persona, al pensamiento… El título y subtítulo ya decían mucho: “Palabra de Chillida. Me interesa más el conocer que el conocimiento” de Florencio Martínez Aguinagalde, pero con una dedicatoria como ésta prometía y no defraudó:

Porque no es cierto que detrás de cada gran hombre haya una gran mujer. Porque sí es cierto que los grandes hombres y las grandes mujeres avanzan por la vida juntos, hombro con hombro, me tomo la libertad de dedicar Palabra de Chillida a Pilar Belzuncce de Chillida. F.M.A.

Se ve bien teniendo el ojo lleno de lo que se mira.”

“¿No será el único camino hacia la libertad el amar la libertad de los otros?”

“(…) el observador tiene la impresión de que es aire el que mantiene la pieza suspendida sobre el suelo”

esku xi“<<¿Tiene, pues , importancia para el escultor el ejercicio en el plano y la práctica del dibujo en todas sus variantes?>>(…)No es menor que la del abecedario para quien pretenda leer.”

“Pero también recuerdo que, cuando trabajaba en mi fragua de Hernani, un día se fundieron los plomos y tuve que llamar a un electricista. Estaba preparando varias obras relacionadas con la música: una, <<La música callada>> y otra <<Ecos>>. El electricista llegó, hizo su trabajo y, al mismo tiempo, miraba a su alrededor contemplando el mío. Estaba esperando que hiciera algún comentario o que dijera algo, pero me equivoqué. Sólo al marcharse dijo: <<¡Ah! Esto es como la música, sólo que en hierro>>. Ello quiere decir que teniendo sensibilidad todo el mundo puede llegar al arte. Otra cosa es la ciencia. Al arte se llega a través de la sensibilidad, la inocencia y la confianza. Por eso los niños llegan mejor al arte que los adultos, porque tienen menos malicia. Ningún niño piensa, por ejemplo, que yo pueda hacer una obra para reírme de los demás. Yo tengo una teoría indemostrable, como todas mis teorías, y es que los niños se distinguen de los adultos en que tienen una mayor proporción de agua, de movimiento y de confianza. El movimiento, por ejemplo, se ve en la playa: los adultos duermen o toman el sol; los niños son los únicos que hacen casas y puentes, los únicos que trabajan.”

Por Elie Wiesel:

“(…) Se interpretaba la vida
dando muerte. Se creía ser fuerte
por perseguir a los débiles. Se
afirmaba el honor de Dios, pero
también la deshonra de los hombres
.
Aquí, como en otros sitios, la
tolerancia se impone, y lo sabéis
bien vosotros, hombres y mujeres
que escucháis esta voz de Sevilla.
Sabéis bien que, cara al destino
que os es común nada os separa
.”

“Le voy a contar un recuerdo relacionado con el arte. Cuando acudía a El Prado siendo estudiante de Arquitectura siempre sentía unos deseos irrefrenables de poner mi manos sobre la cabeza caldea del príncipe Gudea. No había forma. Los vigilantes no le quitaban el ojo de encima. En una ocasión que se descuidaron, logré, finalmente, poner mi mano sobre esa cabeza y tuve una sensación tan emocionante que no he podido olvidar. Es como si hubiese tocado la bóveda celeste. Cosas tan tontas como éstas son las que mueven el mundo”.

     Por todas estas palabras me gustaría dar gracias, por ese impulso de búsqueda hacia esas manos, hacia la persona que las había dado vida, por encontrar tan sabias y tan iluminadoras palabras en el momento preciso, por renovar mis ganas, mi ímpetu, y mi alma…, y por supuesto por las palabras en sí mismas…, muy recomendable, una joya.

     Al escribir esta entrada descubro que existe un libro “Chillida en sus manos” y dónde lo he encontrado si no? Ya digo yo que esa tienda es una ruina…

2 comentarios en «manos y caricias»

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