Lo que Inktober2015 trae bajo el brazo

La primera vez que escuché hablar del inktober, (uno de los mayores retos de ilustración de la red, ideado por Mr Jake Parker) fue en la presentación del trabajo final de Patricia de Cos. Más tarde cuando supe más acerca del reto en el blog de Frannerd quise participar. Este reto consiste en hacer un dibujo al día con tinta durante todo el mes de octubre, al final tienes 31 dibujos y muchas cosas que aprendidas en el camino.

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Una de las cosas más increíbles del reto es la conexión que estableces con tantas personas que se están enfrentando a él. Te sientes arropada. Hay mucha gente enfrentándose a los mismos obstáculos que tú y ver como otros los resuelven o se enfrentan a ellos ayuda mucho.

El reto es duro, muy duro. He realizado 18 ilustraciones de las 31, y esto me ha ayudado a ser consciente de que lo más importante del reto es disfrutar, no lo pierdas de vista. Encontrarás ilustradores que consiguen 31/31, muchos otros no lo llevan al día pero no por ello desisten de publicar, cuando tiempo y vida se lo permiten (porque si este reto absorbe es tiempo), y otros son puristas y deciden llegar hasta donde pueden, yendo al día, y llegado el momento admiten que hasta ahí han llegado. Todas las opciones me parecen igualmente buenas, como seres humanos particulares cada cual elige la opción que más se adapta a uno mismo.

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El año pasado intenté participar. No tenía un objetivo claro más allá de participar, experimentar y dibujar. Me valía cualquier soporte, y no encontraba temas que me llenaran, lo dejé en cuanto la carga de trabajo de la escuela creció y la gripe me tuvo varios días en cama… abandoné y no supe encontrar motivación ni tiempo para volver.

Te recomiendo elijas un tema o algo que te mantenga las ganas y tire de ti si quieres volver tras unos días sin publicar. Ser ambicioso será frustrante en algunos momentos, pero al final del trayecto seguro merece la pena. Crear un hilo conector, y/o una historia que contar es un soporte fuerte cuando las cosas se pongan duras, que se pondrán.

Otra de las grandes cosas maravillosas del Inktober, es crecer y conocerte a ti mismo con cada ilustración. En mi caso he sido consciente de lo monocromática que soy, y de lo mucho que echo de menos el color (y fue divertido y reconfortante leer que a Esther Gili le ocurría lo mismo).

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En ocasiones sentía la frustración de que pasaban los días y no llegaba a publicar (sentirme apoyada por tanta gente que realiza el reto y tener un objetivo definido y claro, me hicieron continuar). Sé que no he superado el reto estrictamente pero estoy muy satisfecha con el resultado y el camino recorrido.

Con este reto serás consciente de lo largo que es un mes, este 2015 ha pasado ante mis ojos en un pestañeo sin darme casi ni cuenta, y gracias al reto he sido consciente del paso de los días, a otro ritmo (hasta diría que ahora los días me cunden más). Esto también ayuda a hacer palpable aquello que escuché una vez y que mi cerebro se resiste a comprender y asimilar: Step by step. 31 ilustraciones son muchas, pero una a una se hace posible. Esta manera de dibujar centrándote en el presente repercute en el dibujo y da seguridad, porque da igual si cometes algún error, mañana lo solucionarás y así poco a poco vas solucionando cosas con trabajo no paralizado imaginando cómo hacerlo.

Compartir todo este proceso con otros te nutre y para mi han sido especiales los inktober de

Adolfo Serra · Ester García · Eva Carot · Rafael Mayani · Marisol Rodriguez

Es interesante como cada cual adopta este reto y lo hace suyo.

Tras la experiencia también del alfabestiario y del fracaso de mi inktober 2014, para esta ocasión he querido contar una historia, con imágenes que formaran parte de un todo. Para no perder la parte lúdica y divertida partí de este boceto de mi bitácora, y lo entinté, así surgió Penélope y de esa ilustración fue surgiendo cada día la historia, de las pistas que me daba el dibujo anterior.

01_inktober_boceto_amvelandia

Cuando tenía un boceto final, lo calcaba sobre papel Canson de 200gr (yo he utilizado este), si era de día y tenía luz intensa utilizaba la ventana y si ya había caído la luz (sobre todo tras el cambio de hora) me ayudaba de mi mesa de luz casera

wip_mesa luz_amvelandia

Al final quise no ir perdiendo cosas que me iban surgiendo en el proceso, y que quería contar. Decidí hacer una previsión hasta las 31 ilustraciones (esto sucedió a partir de la 14) y para la ilustración 18, tuve que hacer un reajuste. Entonces llegó el 31 de octubre, fecha en la que termina el reto. Tuve dudas, pues la historia ya se cuenta más o menos en estas 18 ilustraciones, sin embargo no quiero dejarla a medias, y como sé que necesito tiempo para hacer otras cosas, me he propuesto seguir con una ilustración más a la semana, hasta tener la historia completa.

Mientras tanto quiero pedirte un favor, me encantaría que pusieras tus palabras a mi historia, si te apetece claro. Durante el reto he tenido a dos personas especiales contándome su historia, y ha sido muy divertido, pues cada uno tenemos nuestra historia y me haría muy feliz que compartieras la tuya en los comentarios o escribiéndome un e-mail a amvelandia(arroba)gmail(punto)com si lo prefieres.

¿Me cuentas tu historia? ¿La construimos juntos? ¿Has seguido el Inktober, y quieres que lo conozcamos?

Espero tus palabras.

Un abrazo y feliz día.

pd: otros de mis retos aquí y aquí

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De vuelta…

…tras unos días estoy aquí de vuelta, distinta yo, distinto mi espacio…040509

      “(…) con  la que tengo un identificación absoluta, esencial e insustituible en mi formación de ser humano y escritor. Desde estas tomas de conciencia empecé a leer  como un auténtico novelista artesanal, no sólo por placer, sino por la curiosidad insaciable de descubrir cómo estaban escritos los libros de los sabios. Los leía primero por el derecho, luego por el revés, y los sometía a una especie de destripamiento quirúrgico hasta desentrañar los misterios más recónditos de su estructura. por lo mismo, mi biblioteca no ha sido nunca mucho más que un instrumento de trabajo, donde puedo consultar al instante un capítulo de Dostoievski, o precisar un dato sobre la epilepsia de Julio César o sobre el mecanismo de un carburador de automóvil. Tengo, incluso, un manual para cometer asesinatos perfectos, por si lo necesitara alguno de mis personajes desvalidos. El resto lo hicieron los amigos que me orientaban en mis lecturas y me prestaban los libros que debía leer en el momento justo, y los que han hecho las lecturas despiadadas de mis originales antes de publicarse.”

García Marquez, Gabriel, “Vivir para contarla” p.440