Ésta es la contraportada de uno de mis últimos cuadernos, mis bitácoras, que cada día se han vuelto más imprescindibles para mi y que atesoro como registro y fuente de inspiración y producción.
La ilustración comenzó por una esquinita de la contraportada del bitácora en cuestión (era de estos de propaganda que me habían regalado bastante sosete). Poco a poco fue creciendo y sin darme cuenta, casi como un juego, el horror vacui se apoderó de la totalidad. El resultado final me gusta mucho. A ti ¿qué te parece? ¿personalizas tus cuadernos? ¿eres sibarita o te da igual el tipo de cuaderno?