Aquí, hace ya mes y medio que huele a primavera, sé que para los alérgicos es mala época, pero a mi que todo se inunde de perfumes me hace feliz.
Me parece increíble que de un palito, aparentemente seco, pueda brotar vida.
También me gusta ver que la naturaleza va a su ritmo, tiene sus tiempos. Hay flores «díscolas» que deciden lucir en todo su esplendor cuando todo está lleno de hojas, y todas las demás flores han caído dejado paso al verde intenso.
El final del invierno me deja muy buenas y emocionantes noticias (y las que están por confirmar).
Gracias 🙂
La primavera promete, y he decidido hacerme trapecista para agarrarme a lo que venga y volar.
¿Y tú qué imaginas para ese lienzo en blanco que llenar con buenos ratos, solete y que además huele tan bien? (Y que empieza con unos días de vacaciones!!!)
pd: y como cada primavera, las bestias de arena volverán a ver el mar.