El cambio de hora trajo todas las lluvias que el invierno se había olvidado. Así que ahora que desde mi ventana puedo oler el verano no puedo dejar de imaginarme todos esos clichés, que por trillados no dejan de apetecerme…
… días de sol, piscina, de tardes de sombras en el parque con un buen libro, terraceo con cervecita…
Soy más de primavera que de verano, pero los días estivales son aquellos en que todo parece posible, se dilatan, se comparten y se disfrutan de una manera especial, viajes o te quedes en casa.
¿Y tú, ya sabes con quién vas a compartir tu verano? ¿Me lo cuentas?
pd: yo voy a ir poniéndome el bañador.