Un taller de ilustración con Daniel Montero Galán de profe, y en la Biblioteca Nacional, con el tema Tratar y retratar el hambre, ¡Me apunto!
Más o menos está fue mi secuencia de pensamiento. Tuve la suerte de enterarme a tiempo (gracias a Lucía) que estaba pensado en dos días y no como supuse (error) en un primer momento, en uno que se repetiría en dos sesiones. Organizado con motivo de la exposición de Hansel y Gretel, en la que participaba Dani con un original.
A pesar de las dificultades técnicas de la sala (una de esas veces en que siento vergüenza arquitectónica) comenzamos el taller.
Primero las presentaciones de compañeros
y de la historia. Yo no recordaba algunos detalles, y desconocía la existencia del pato/cisne mágico del final.
Calentamos motores con pictogramas, identificación de símbolos, y aprender cómo, en ocasiones, para representar algunos conceptos abstractos es mejor recurrir al opuesto y trabajar con él.
En mi caso se repetía la falta de depurar conceptos. Dani nos repetía con paciencia: un concepto funciona, dos también, cuando metes el tercero, ya no funciona, pierde fuerza. Y la importancia de que la ilustración aporte, que cuente una historia por sí misma, que vaya más allá (esto me recordó a lo que contó Roger Olmos en Encuentrazos 2014). Creo que tienen mucha razón, que enriquece y engancha.
Trabajamos con las tres aceptciones de hambre que nos aporta la RAE, y cómo representarlas. Dani nos contó que el cartel del taller lo hizo pensando en representar las tres, o al menos dos de ellas. A mí el cartel me parece fantástico y me encantó que Dani nos compartiera cómo lo había realizado.
El primer día terminamos, debatiendo sobre un texto de Gustavo Duch, que cada uno había interpretado de diferente manera y de la importancia de no desvelar los giros inesperados del texto con la ilustración, especialmente en portadas.
El segundo día, me costó encontrarme cómoda y disfrutar como en la primera sesión. Creo que éramos demasiados, y te he contado arriba que la sala no ayudaba. La mitad del taller fue en ambiente íntimo ante la dificultad de conseguir luz. Supusimos que el interruptor estaba en las torres de Colón, o bajo la estatua (supongo que Siza y Antonio Lamela sí contaran con interruptores).
En penumbra y con intimidad forzada, el taller en ésta sesión se centró en los distintos «lenguajes» que se pueden adoptar al ilustrar. Desde el más aséptico al más humorístico o sarcástico.
Y finalmente ilustramos el reto que él tenía para esa semana en materia dispersa: No comen/no coment’s
Aquí podéis ver la ilustración de Dani.
Me alegro muchísimo de haber participado, los textos y la estructura del taller me gustaron mucho, y por supuesto también las cañas de después 🙂
Gracias Dani y gracias a todos los que compartimos taller. Gracias por hacerme reflexionar, aprender, por redescubrirme a Eduardo Galeano, poco antes de que nos haya dejado.
Mañana es el día de la Tierra, considero que el hambre y la naturaleza son grandes retos a los que nos enfrentamos y que van íntimamente ligados
«Amarás a la Naturaleza, de la que formas parte”
Pd: esta noche Gustavo (uno de los participantes) inaugura en Traveling Bar, en Lavapies
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